lunes, 24 de marzo de 2014

HISTORIETAS DE LA NAVEGACIÓN A VELA

Mediterráneo, marzo 2014


Hubo una vez un espabilado,  era pescador y salía todos los días con su bote a remo, era un gran observador por lo que pronto se dio cuenta que por las mañanitas casi siempre había una brisa que soplaba en la misma dirección en la que él debía remar hacía sus puntos de pesca... y pensó que tenía que aprovechar ese fenómeno, ya que así ahorraría tiempo y energías.
Lo comentó con algunos amigos, unos le dieron por loco, otros se rieron de él y unos pocos lo ignoraron... pero hubo un par que le escucharon con atención, enseguida se implicaron y de pronto estaban ideando un sistema para hacerlo. Le pusieron un palo al bote ( el primer mástil), para lo cual tuvieron que ir al bosque, escoger madera buena, cortarla, prepararla... Luego aprovecharon unas telas viejas (las primeras velas) y pensaron la mejor manera de coserlas y colocarlas para poder aprovechar ese vientecito mañanero.


Al cabo de unos días, salieron los tres amigos en su bote, como cada día, al mar a buscar los peces que alimentaban las bocas de sus allegados. Pero ese día fue especial, no tuvieron que remar al hacerse a la Mar, llegaron más pronto y casi sin esfuerzo a los fondeaderos.. así nació la navegación a vela.
Esa misma técnica se extendió como la pólvora.... y se usó en todo tipo de embarcaciones...
Toda una revolución que duró siglos.
Con los años, aparecieron personas que se interesaron e involucraron a fondo en el tema.... se diseñaron nuevos cascos y nuevas velas.... siempre teniendo como punto de partida la observación de la Naturaleza: Los pájaros dieron ideas para el diseño de nuevas velas... los árboles dieron su madera para la construcción de nuevos cascos, mástiles y botavaras... el cáñamo hizo que las escotas, las drizas y demás cabos fueran resistentes y duraderos... se probaron distintas telas para confeccionar las primeras velas: lino, algodón...
La historia cuenta que los egipcios fueron los primeros constructores de barcos a vela de los que se tiene noticias. La primera fuente gráfica de estas naves data de alrededor del 3200 a 2700 a .d. C. y lo más probable es que los barcos de esta clase llevaran utilizándose bastante tiempo. Se piensa que no sólo los utilizaban para navegar por el Nilo, sino que también se lanzaron al mar abierto, ya que existen indicios que señalan su presencia sobre los mares en pinturas murales.



Los fenicios, reconocidos como muy buenos marinos, no sólo construyeron barcos mercantes capaces de transportar grandes cargas, también buques de guerra mayores y más efectivos que los de sus contemporáneos, egipcios y egéos.





Los barcos fenicios estaban hechos de maderas resistentes, como el cedro, pino, encino y ciprés.






Desde el año 600 a.c. se ha documentado la presencia del junco,  posiblemente una de las embarcaciones a vela mas antiguas del mundo, y una de las pocas que aún se mantienen en uso, el casco posee una popa corta y carece de quilla.

 Fueron las embarcaciones tipo del mar de China.  Desde el siglo I se tiene noticia del uso del timòn central y la brújula por los chinos. Gengis Kan y Kublai Kan los utilizaron en su intento de invadir Japòn.


En el siglo IX los normandos o vikingos se convirtieron en el terror de los mares septentrionales. En sus embarcaciones, largas y estrechas, propulsadas a vela y remos, llamadas drakar, efectuaron incursiones en las costas del norte de Europa, las islas británicas y el Mediterráneo. Con el modelo más pequeño de estos barcos, que tenía 23,8 m. de eslora, 5 m de manga y su proa simulando un dragón, se internaron en el Atlántico septentrional, colonizaron Islandia y Groenlandia, y arribaron a las costas norteamericanas.

Durante los siglos XV y XVI aparecieron muchos tipos de naves: carracas,
 carabelas,
 pinazas,

saicas y galeones.



 El uso de la brújula se generalizó y posibilitó los viajes cada vez más largos .
Las carracas, que españoles, portugueses y venecianos usaban para transportar mercancías, tenían a menudo cuarenta metros de eslora. A finales del XVII aparecieron el falucho, con dos palos y aparejo latino, y la tartana, con un solo palo dispuesto en candela. Una variante de todos estos tipos fue el laúd, que todavía navega en algunos lugares. En el Mediterráneo hubo una gran variedad de veleros, puede decirse que los veleros medievales fueron sustituidos  por los jabeques.


 Luego aparecieron los pingues,

 bombardas



y polacras 



 que perduraron hasta el S. XIX. El jabeque en particular, con sus dos o tres palos y velas latinas, fue un descendiente directo de la galera y alcanzó gran difusión en el mediterráneo central y occidental. Con su elevada velocidad y facilidad de maniobra, no sólo servía como nave de carga sino también de guerra, y de hecho era el tipo usado por los corsarios y piratas berberiscos en sus correrías por las costas cristianas.
Otro tipo de nave mediterránea era el pingue, y el pingue genovés. Este velero tenía una popa muy elevada, aparejo muy particular: Trinquete con tres o cuatro velas cuadras, mientras que en los palos mayor y mesana largaba velas latinas.

 Los franceses sobresalieron en la arquitectura naval. Sus naves aventajaron en tonelaje y velocidad a las de otras naciones, sobre todo en los siglos XVII y XVIII.
Cuando ingleses, portugueses y holandeses intensificaron la búsqueda de productos orientales, las naciones europeas crearon compañías comerciales rivales.


  Al incrementarse el comercio con Oriente, se necesitaron naves más rápidas para el transporte de té, especias, café. Así nacieron los afamados clippers que gracias a su velocidad (alcanzaban los 20 nudos) permitían llegar antes a su destino lo cual se traducía en un mejor precio para la mercadería y un mejor negocio para la compañía que arribaba primero. Podemos considerarlos los primeros barcos de regata??...




La vela mas antigua conocida es la vela cuadra, también llamada redonda, que puede llegar a ser de forma trapezoidal. El tipo de vela cuadra, recibe el viento desde la popa, debido a su gran superficie y por su forma no es capaz de ceñir el viento, esto es navegar formando un ángulo menor a los 90 grados respecto a la dirección del viento. 

En el afán de poder navegar remontando al viento, aparecen las velas triangulares también llamadas latinas, de cuchillo o áuricas, que permitían  ceñir, o sea, navegar en ángulos menores a los 90 grados, incluso llegando hasta los 45.  
Se cree que el origen de la vela triangular data del siglo III, en el océano Indico.  La vela latina posiblemente fue de origen árabe o polinesio y de éstas se deriva la llamada vela latina mediterránea y  vela latina de las Bermudas o bermudina.

A partir de la aparición de los barcos a vapor, poco a poco el uso de las velas fue disminuyendo... para desgracia de las personas, del Mar y de la la madre Tierra.
Como siempre, los intereses económicos, las prisas y la inconsciencia ecológica ayudaron a su casi desaparición. A día de hoy el uso de las embarcaciones a vela para tareas de pesca y transporte se han visto reducidas a la nada.... ya se usan sólo en pequeñas comunidades e islas.
Este cambio dio paso a la era de la vela moderna.... donde el uso de los barcos a vela se ha visto relegado a su uso en competición (regatas), como  entretenimiento, placer y terapia... No obstante los cascos, jarcias y velas han evolucionado de tal manera que no descarto que algún día, no tan lejano, la navegación a vela retome su máximo esplendor... 


Ferran Martínez para Sailing Roots

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