lunes, 30 de junio de 2014

VOLVER A NAVEGAR



Cuando llevas un tiempo en dique seco, el reencuentro con la navegación es una mezcla de sensaciones, que van desde el placer al sufrimiento, desde el descubrimiento al recuerdo, en  la que te haces una pregunta ¿Por qué no he hecho esto antes?


Reencuentro: Viento de cara, piso fuerte la arena y arrastro la embarcación al agua; me subo aguantando la respiración guardando equilibrio para intentar no volcar y evitar miradas de… “este principiante”, mis músculos se empiezan a tensar y respiro profundo, mirada al horizonte y sonrisa de oreja a oreja mientras mis oídos se deleitan con ruido del mar contra el casco.

Sufrimiento: Llevo navegando media hora sin parar y los músculos de los brazos empiezan a dar señales de fatiga (madre mía estoy en baja forma), al alejarme cada vez más de la bahía noto como me cuesta mantener el ritmo y avanzar. Intento disfrutar del paisaje pero me desconcentro, creo que me merezco un descanso, quiero cumplir mi objetivo de llegar hasta la punta de la costa que se divisaba desde la playa, pero cada vez me cuesta más remontar el viento.

Placer: Busco refugio en una cala rocosa, que tiene como paredes un acantilado que me asombra, resguardo del viento y momento de paz. Me fijo en estas paredes y parecen una fotografía de un libro de geología, se ven las diferentes capas de minerales y sedimentos, retorcidos por el paso del tiempo.

Prosigo mi ruta, quería hacer una travesía de dos horas, llevo más de la mitad del recorrido y en una de mis manos me ha salido la primera roncha, escuece por la salitre, más cansado pienso en que tampoco me tengo que machacar navegando contra el viento en mi primer día.

Descubrimiento: Otra cala rocosa, pienso en hacer otro descanso en la ruta, en esta hay una cueva en la cual me adentro con cuidado. El sonido de del agua penetrando hasta el final de la cueva es como el estruendo de un rayo en una noche de tormenta, son unos minutos mágicos ¿Qué tienen las cuevas de la costa que son tan inquietantes?

Llego hasta mi objetivo después de dar los último coletazos de energías, alzo los brazos celebrando mi cabezonería, comienzo a dejarme llevar por el viento y las olas. En la ruta de regreso a la playa me pregunto: ¿por qué no he salido antes a navegar? Empiezo a contestar a esta pregunta a la vez remo tranquilo intentando surfear algunas olas, pero no hay respuesta solo excusas.
  
¿Y tú hace cuanto que no navegas? No te hagas preguntas sal y disfruta.


Manu Varela para Sailing Roots.




lunes, 23 de junio de 2014

UN SUEÑO MARINERO

El otro día desperté con la sensación de haber estado días navegando. Era esa sensación de bienestar y cansancio que se mezclan y notas en el cuerpo. Las manos te duelen de tantas horas cazando, estibando y trimando velas, las piernas las notas pesadas de tanto aguantar ola tras ola. Pantocazo tras pantocazo. Es una sensación que hasta que no paras un momento, tu cuerpo no es consciente de ella. Como cuando tocas tierra después de días en el mar. Te sientes extraño. La cara te duele por la mezcla de sol y agua salada. Las partes del cuerpo que te quedan al descubierto se resecan por la sal y los cristales formados en tu piel, te duelen al secartelos con las manos ásperas. La mente se te ha cansado. Estás agotado física y psicológicamente. ¡Necesitas dormir! Pero no puedes. Te toca guardia. El mar no deja de pegaros por la aleta de estribor y cada ola que corremos, nos impulsa a planear. Es impensable dormir.... De repente, traslucha la vela sin querer. No entiendes que ocurre. Pero has de moverte porqué se te ha enganchado la mayor con la burda que tenias cazada y te estas llenando de agua por momentos. La mayor ya esta en el agua. Es imposible dormir con lo litros que tienes que achicar. El spi se te ha roto. No tienes vela para esta combinación de viento y ola. Que jodido es todo.

Al despertar con esta grata y a la vez incómoda sensación, no puedo evitar pensar en los marineros que en los siglos pasados navegaban meses y meses sin descanso, pasando temporal tras temporal y luchando contra enfermedades. No puedo dejar de pensar como ha evolucionado y cambiado la forma con la que los humanos nos relacionamos con el mar. Nos hemos inventado tejidos que nos aíslan de las condiciones extremas, hemos inventado materiales más resistentes y duraderos, hemos invertido en nuevos diseños en función de las necesidades (planeadores, ceñidores, casas flotantes, mansiones, amantes de lo clásico...). 
Lo curioso, sorprendente y a la vez apasionante, es que podemos investigar, aprender, diseñar o calcular todo lo que queramos, que al mar nunca le vamos a ganar!

Quien navega, sabe que cada día puede ser una aventura y que por la misma razón, cada vez que nos subimos a un barco tenemos que vivirlo como si fuese la última vez. Es la única manera de apreciar y absorber lo que en cada momento nos ofrecen la navegación y el mar!

Esto ha empezado como un sueño pero quiero acabarlo como un acto de fe. Mi fe en el mar, en mi y, en parte, en la suerte. Puesto que en el mar, hay que saber lo que se hace, hay que saber cuales son nuestras limitaciones y aceptarlas. Pero también hay que tener miedo y respeto al océano pues es la única manera de temerlo y respetarle como se merece!

Let's Go Sailing

Pol Quintana para Sailing Roots

PD: Que sensación ha de generar un pinchada de esta manera.


lunes, 16 de junio de 2014

EOLO

                                                              Mediterráneo, Junio 2014

EOLO

Navegar a vela, nuestra pasión, depende siempre del VIENTO. Y lo más importante para cualquier navegante es aprender a reconocerlo, valorarlo y saber como usarlo para sacarle el mayor rendimiento a las velas que impulsan nuestro velero.
El viento es el flujo de gases a gran escala. En la Tierra es el movimiento en masa del aire en la atmósfera en movimiento horizontal. Günter D. Roth lo define como «la compensación de las diferencias de presión atmosférica  entre dos puntos.».



En la civilización humana, el viento ha inspirado la mitología, ha afectado a los acontecimientos históricos, ha extendido el alcance del transporte, y ha proporcionado una fuente de energía para el trabajo mecánico, la electricidad y el ocio. El viento ha impulsado los viajes de los veleros a través de los océanos de la Tierra.

En la mitología griega, los Anemoi (en griego antiguo Άνεμοι, ‘vientos’) eran dioses del viento, que se correspondían con los puntos cardinales desde los que venían sus respectivos vientos y que estaban relacionados con las distintas estaciones y estados meteorológicos. A veces eran representados como simples ráfagas de viento y otras se les personificaba como hombres alados, e incluso en ocasiones tomaban la forma de caballos encerrados en los establos de su señor y gobernante, Eolo, que residía en isla de Eolia, si bien  los demás dioses, especialmente Zeus, ejercen poder sobre ellos. Según Hesíodo los vientos beneficiosos: Noto, Bóreas, Argestes y Céfiro eran hijos de Astreo Eos, y los destructivos lo eran de Tifón.



Cuando aprendemos a navegar, hay que empezar por reconocer el Viento para poder orientar nuestra embarcación y las velas con el fin de llegar a buen puerto. No es tarea fácil al principio, ya que esto supone un cambio en nuestra orientación habitual. Navegando no existen izquierda o derecha, y los puntos de referencia a los que estamos habituados. en mitad del Mar, tampoco. Por ello hay que aprender a orientarse de una forma diferente: teniendo como principal punto de referencia al Dios EOLO, el Viento.

Tenemos veletas para reconocer su dirección, anemómetros para medir su intensidad, le pusimos nombres,

está la escala Beaufort para medir su intensidad, los meteorólogos que se pasan horas haciendo sus cálculos para preveer que Viento soplará mañana.... Pero en mitad del Mar, cuando nos encontramos con lo que de verdad hay.... estás tú, tu embarcación y sus velas, y el Viento.




Si eres navegante, la relación con el Viento es maravillosa, mágica, ya que hay momentos para todo...
A mi personalmente, me encanta jugar con él... pero he tenido momentos en que le he temido...amado...disfrutado...sufrido... buscado...escapado de él... pero al final, como buen amigo.... siempre acabo pensando en lo agradecido que le estoy por la cantidad de maravillosos momentos y aventurillas que hemos compartido.



Cazar o amollar velas para aprovecharlo mejor.... ajustar el trimaje... embolsar o aplanar vela... abrir o cerra baluma... jugar con la posición del mástil, el twist de la vela, tensar o aflojar el grátil de la vela, todas esas pericias de navegante para aprovechar más y mejor la fuerza del viento... es, sencillamente apasionante.


Aquí os dejo una serie de denominaciones según el gran navegante Antonio de Ulloa, que me han parecido interesantes y curiosas para compartir con tod@s vosotr@s:

Vientos según su dirección

Según Antonio de Ulloa, con respecto a su dirección, se dice:
  • viento por la proa es el que precisamente trae su dirección del mismo punto a que debe dirigirse el rumbo.
  • el contrario es el que se le aproxima mucho o con la sola diferencia de una a tres cuartas en su dirección.
  • escaso, el que ni aun de bolina permite navegar al rumbo que debe hacerse.
  • de bolina, es el que sopla desde las seis a las ocho cuartas.
  • el ancho, el largo y el abierto el que viene en dirección que forma con la del rumbo un ángulo mayor que el de las seis cuartas de la bolina. Cuando este ángulo es recto, se dice viento a la cuadra que en lo antiguo llamaban cuartelado y cuando solo le faltan dos o tres cuartas para coincidir con la quilla por la parte de popa se dice por la aleta o por el anca.
  • el de a popa o en popa el que se aproxima mucho al de en popa cerrado que es el que sigue rigurosamente ia dirección de la quilla en el rumbo que hace la nave.
  • el de travesía, que como se ve en esta voz adquiere su denominación relativamente a los parajes sobre que sopla.

Otras denominaciones

Tales son, relativamente a su dirección:
  • el viento a la estrella, que se dice muchas veces del norte
  • viento a la cabeza, que llaman en Veracruz al mismo Norte cuando reina con suavidad en los meses de verano y particularmente en Agosto y Septiembre
  • viento a la marmarero y de fuera, que es el que viene del lado de la mar con respecto a la tierra y equivale en los puertos o inmediaciones de ésta a la virazon.
  • viento a la tierra o de tierra, al contrario, el que sale desde ella hacia la mar y equivale a terral.
  • viento a fil de roda, que es lo mismo que por la proa o por el pico.
  • viento puntero, que se llama así porque obliga a puntear y equivale a escaso.
  • viento de revés que es el que repentina o accidentalmente hiere en las velas por la cara de proa.
  • viento de bordada, el que permite hacer una bordada larga y ventajosa con relación al objeto del viaje.
  • viento de través, es lo mismo que a la cuadra, no solo accidentalmente con respecto al costado del buque en alguna posición o maniobra momentánea sino también con relación al rumbo que éste sigue.
  • viento en tantas cuartas, aquel cuya dirección forma con el rumbo a contar desde proa un ángulo del número de cuartas determinado.
  • viento favorable, el que sopla en direcciones próximas a la derrota o forma con ella ángulos obtusos.
  • viento de botalones, el largo o en popa de la calidad de los bonancibles que permite llevar las alas.
  • viento franco, el que da lugar para seguir un rumbo determinado navegando en buena vela o sin necesidad de apuntar las bolinas.
  • viento cerrado a tal rumbo, el que trae rigurosa o exactamente su dirección en el rumbo señalado, sin declinar un ápice a uno ni otro lado.
  • viento arremolinado, el que forma remolinos en su curso.
  • viento variable, el que no fija su dirección o no guarda en ella ley alguna conocida. Entre éstos suele haber alguno tal que figuradamente se dice viento redondo porque parece que sopla de toda la redondez del horizonte.
  • viento por el zenit, expresión figurada con que se significa una gran calma.
  • vientos cardinales, los que toman su origen de los cuatro puntos cardinales del horizonte
  • vientos orientales y occidentales, los que proceden de la parte del oriente o de la del occidente.

Vientos según su fuerza

En atención a su fuerza, y empezando a contar, según D. Antonio de Ulloa, desde la calma muerta o chicha, se dice:
  • solo calma, cuando se advierte de tiempo en tiempo algún ambientillo muy ligero
  • vahajillo, cuando se nota un vientecillo muy flojo que no llega a la superficie del agua
  • ventolina, cuando este vahajillo apunta por diversas partes sin fijarse en ninguna
  • viento entablado, cuando se afirma por alguna parte
  • viento fresco (que también se llama viento de todas velas, y por otro estilo viento de juanetes) cuando van las velas llenas y no gualdrapean
  • frescachón, cuando es recio y no permite llevar juanetes
  • cascarrón, cuando se necesita tomar rizos a las gavias
  • ventarrón, cuando obliga a aferrarlas y a mantenerse con las dos mayores
  • temporal, cuando es preciso quedar con el trinquete, correr o ponerse a la capa.
  • hay además viento aturbonadoviento a ráfagascontrastes y huracanes.

Otras denominaciones

  • viento calmoso, el muy flojo y que sopla con intermisión
  • viento flojo, el de menos fuerza que el bonancible pero constantemente como él o no interrumpido como el calmoso.
  • viento bonancible, el de fuerza moderada que permite llevar hasta las velas más menudas y al cual se dan también los nombres o calificaciones de suaveapacibleblando,benignofresquitogaleno o se indica lo propio con decir viento de sobrejuanetes
  • viento hecho, el que también se dice entablado y seguro
  • viento de tantas millas, el de fuerza capaz de hacer andar al buque el número de millas determinado
  • viento igualseguido o llano, el que sopla con un mismo grado de fuerza constantemente y diferencia del desigual que es el designado por la expresión de viento a ráfagas oa rachas y que también se llama traidor, en su caso
  • viento manejable, el más fuerte que el fresco pero que permite hacer cualquiera maniobra conveniente
  • viento de tantos rizos, el frescachón cuyo grado de fuerza se indica con el número de rizos tomados a las gavias
  • viento duro, el cascarrón y el ventarrón, que también suele significarse con la expresión de viento para una escuadra
  • viento forzado, el que obliga a buscar abrigo o tomar un fondeadero a toda costa o hacer otra maniobra violenta en las circunstancias para separarse de algún peligro o evitarlo
  • viento borrascosoviolentotormentosoimpetuosodeshechopesadofuriosoporfiadotemiblepeligroso, etc. el temporal o el muy semejante a éste y que es llamado con todos estos nombres por varios autores y en la generalidad de los escritos antiguos y modernos, en los cuales se ven además equivocadas o usadas como equivalentes las voces de tiempo o temporal y viento en estos casos
  • viento huracanado, el temporal que se aproxima en su fuerza a la del huracán.

Vientos según su localización

  • vientos periódicos, o por otro nombre elesios, que son los que se mudan o cambian por lo regular en direcciones opuestas en tiempos determinados como las monzones en los mares de la India oriental
  • vientos refutares, los generales y los periódicos
  • viento particular, el que sopla en los mares donde su dirección no es constante.

También se dice:

  • viento de sol, al que se levanta o refresca con la salida y elevación de este astro sobre el horizonte y vuelve a caer o aflojar cuando se pone
  • viento de marea, el que aumenta de fuerza o entra con la marea creciente y cede en la menguante
  • viento alto, el que corre con más fuerza o con otra dirección a cierta altura de la superficie del mar
  • vierto bajo que cuando lo es notablemente se dice también rastrero, el que sopla desde la superficie del mar hasta una cierta altura con mayor fuerza y aun a veces en dirección diferente del alto
  • viento liviano y sobreaguado, nombre que daba Sarmiento al que parece que corre por sobre la superficie del agua o tocándola muy poco de modo que aunque contrae la expresión a un ventarrón no levantaba mucha mar
  • viento oscuro y viento claro, el ventarrón acompañado de cerrazón en el horizonte y en la atmósfera o sin esta circunstancia
  • viento sucio, el achubascado y oscuro que trae aguacerosllovizna, etc.
  • viento de un dedo, expresión que se usa familiarmente para ponderar la violencia e impetuosidad de un temporal. Con ella se manifiesta la dificultad o imposibilidad de asomar y mantener derecho un dedo por encima de la borda sin que lo doble o encorve el viento que en él choca.
  • se dice viento negro al aquilón y hay autor que denomina vientos altanos a los que se levantan de tierra y corren al mar y vuelven al continente y dice que estos mismos, cuando se vuelven al mar, se llaman apogeos porque parten de la tierra. 
Demos gracias a EOLO y sigamos disfrutando de su fuerza y sus caprichos divinos.

Ferran Martínez para Sailing Roots

lunes, 9 de junio de 2014

NAVEGANDO SOBRE PRADERAS


Llega el verano y con él miles de embarcaciones que se harán a la mar buscando los rincones más bonitos del Mediterráneo para disfrutar de unos paisajes y de un agua que no tiene nada que envidiar a ningún otro rincón del planeta. De estas embarcaciones muchas de ellas en un momento u otro decidirán FONDEAR, ya sea para darse un baño, para pasar un buen rato o para quedarse unos días. Indistintamente de cuál sea el motivo, miles y miles de anclas caerán con fuerza sobre el lecho marino para mantener nuestras embarcaciones quietas y seguras.
 

¿Es esta una acción inocua para el ecosistema marino?

La Posidonia es una planta acuática endémica del Mediterráneo, es decir, se encuentra exclusivamente en este mar.
Tiene características similares a las plantas terrestres, como raíces, tallo y unas hojas que pueden llegar a tener hasta un metro de largo. Florece en otoño y en primavera produce unos frutos flotantes conocidos como Olivas de mar.
Su función ecológica es importantísima. La Posidonia forma praderas submarinas que se consideran la base sobre la cual se fundamenta  el ecosistema del litoral del mar Mediterráneo.

Posidonia Oceánica
Posidonia Oceánica
  • Protege las líneas costeras de la erosión.

  • Muchas especies encuentran sus nutrientes y cobijo en la Posidonia, de hecho, las hojas están recubiertas de pequeñas algas que acceden de esta forma a la luz y de pequeños invertebrados que filtran las partículas en suspensión. 

  • Así mismo es hogar de una amplia biodiversidad.


lunes, 2 de junio de 2014

LA SOSTENIBILIDAD Y SEGURIDAD DE LA NAVEGACIÓN ESTÁ EN EL CIELO

Cometas que propulsan grandes cargueros de 20.000 toneladas, trimaranes con hidroalas que alcanzan más de 100 km por hora, que se rompa el mástil en medio del océano y poder continuar hasta tierra firme, son grandes avances en la navegación a vela.

A lo mejor habéis oído hablar del sistema Skysails. Para los que no lo conozcáis; es un sistema de propulsión a viento que utiliza una cometa gigante (parecida a un parapente) que se utiliza para la propulsión de grandes mercantes. Vamos, es como el motor eléctrico de los coches híbridos. Esta tecnología se lleva desarrollando desde hace más de diez años por una empresa de origen Alemán.



Consiste en un grúa que eleva una cometa gigante en la proa del barco, la cual iza y recoge automáticamente una cometa de unos 600 metros cuadrados que asciende hasta los 300m de altura en donde los vientos son fuerte, predecibles y constantes. Este sistema de propulsión permite reducir la emisiones de CO2 en una quinta parte, puede ser instalado en casi cualquier barco de mercancías y su coste lo amortizarán en menos dos años con respecto al gasto en combustible (ahorro de un 30%).http://www.skysails.info

¿Pero esta idea es nueva? No del todo, durante el siglo XII, XIII y XIV, los pescadores de Indonesia, Polinesia y China utilizaban cometas para arrastras sus embarcaciones. En el siglo XIX se empezó a desarrollar la propulsión con cometas hasta que en 1996 se empezaron a desarrollar las primeras cometas para el kitesurf.

Hablando de kitesurf, Montague, uno de los grandes gurús de este deporte, lleva desarrollando más de diez años una especie de trimarán propulsado por una cometa, el cual es capaz de desarrollar altas velocidades debido a las hidroalas que elevan el barco por encima del agua disminuyendo la fricción, lo cual permite una navegación estable incluso con oleaje. No me extrañaría nada que dentro de unos años, los grandes capos de la Copa América empiecen a sustituir sus velas de fibra de carbono por cometas.http://project.kiteboat.com


¿Yo he visto esto antes? Algo parecido, hace unos 19 años, en la película de ciencia ficción Waterworld, protagonizada por Kevin Costner, me acuerdo que me fascinó ese trimarán en el que navegaba, el recuerdo que tengo es lanzando con un cañón una cometa al cielo que le servía de propulsión; era un chavalín y me encanto esa peli.



Recientemente ha habido una noticia sobre el multicasco Arkema, que tras la rotura de su mástil a la altura de Madeira y para lograr una logística rápida de reparación en Canarias, realizó este trayecto en tan solo tres días. Fue propulsado por unas cometas de kitesurf y la ayuda de un pequeño motorcito diesel. Esta singular solución hace pensar en el rendimiento a nivel de seguridad que puede tener una fuente de propulsión de emergencia como esta. Este tipo de alternativas no dependen de la autonomía del combustible y pueden solucionar situaciones de emergencia en rutas de navegación alejadas de la costa.

¿Estarán dotados los barcos en el futuro, además de la balsa salvavidas en popa, de una cometa de kitesurf en proa?


Manu Varela para Sailing Roots.